Desde los primeros minutos del encuentro, la selección argentina, bajo la dirección de Germán Portanova, mostró una garra admirable, haciendo frente a un monólogo inicial de las norteamericanas, dirigidas por Emma Hayes. A pesar del dominio de las locales, las participantes argentinas lograron contener el ataque estadounidense, que solo pudo generar peligro en jugadas a balón parado, donde las defensas se mantuvieron firmes.

Sin embargo, a los 36 minutos, un desafortunado error de la arquera, Pereyra, permitió al seleccionado de Estados Unidos de la mano de Girma abrir el marcador con un tiro libre, dándole ventaja a las anfitrionas en Louisville. Antes de que finalice el primer tiempo, en el minuto 43’, volvieron a golpear a Argentina: un cabezazo de Girma, que encontró a Copetti en su trayectoria, terminó en el fondo de la red, aumentando la distancia en el marcador. Minutos después del ingreso de Albert, Girma volvió a hacerse presente con un impresionante remate, sellando la victoria de las locales.

En este encuentro, aunque la selección Argentina enfrentó a un rival formidable, la valentía y la determinación del equipo fueron notables, y, aunque el resultado no fue favorable, su entrega en el campo augura un futuro prometedor. La defensa, aunque desbordada por instantes, demostró un gran potencial y capacidad de lucha, dignos de una selección que sigue creciendo en el ámbito internacional.